Su
protagonismo no es solo económico. La Ley 29409 y su licencia por
paternidad promueven la responsabilidad familiar compartida entre
hombres y mujeres, y erradicar algunos viejos clichés, entre ellos el
padre visto como el ogro de la casa.
6.7 millones de hogares (76 % urbanos y 24% rurales) existen en el Perú, señala el Censo de 2007.
Ser
papá implica un ejercicio de autoevaluación en el diván. "Para promover
las paternidades afectivas, activas y responsables, necesitamos como
hombres conocer nuestro pasado: cómo fuimos como hijos y cómo fue
nuestra experiencia con nuestros papás para así comprender mejor nuestro
presente y del porqué somos este tipo de papás ahora, y preparar el
porvenir. "Lo que no significa que si tuvimos un mal padre repetiremos
la experiencia. No. Sería muy limitante".
La
cosa es mirar atrás para ver qué podemos mejorar. Lo dice el psicólogo
Christian Martínez Monge, de la Red Peruana de Masculinidades, una
institución "de hombres y mujeres interesados en buscar la equidad de
los géneros".
Martínez fue uno de los
invitados a la mesa "Intercambio de experiencias: Compartiendo el
ejercicio del derecho de una paternidad afectiva y responsable", que
promovió el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp) en
la Derrama Magisterial de Jesús María. Se trata de la primera que
hicieron para analizar, entre otras cosas, el impacto en empresas,
instituciones y familias de la Ley 29409.
"Antes
del año 2009, cuando se promulgó dicha norma, nunca hubo una licencia
de paternidad. Todo dependía del criterio de cada empleador. Ahora, la
norma da cuatro días al hombre que se hace padre, como una forma de
generar la responsabilidad familiar compartida", explica Carla
Rojas-Bolívar, de la Dirección General de la Familia y Comunidad del
Mimp.
Experiencias
Hay
experiencias interesantes de empresas e instituciones que consideran
importante que la sociedad reconozca el rol de los padres.
La
firma Sodimac tiene 4,700 empleados directos en sus 19 tiendas en el
país. De ellos, el 62 por ciento son "asociados" hombres. Silvia
Alvarado, de la gerencia de Recursos Humanos de dicha compañía, cuenta
que ya tenía "un pie adelante" y antes que saliera la ley ya otorgaban a
sus "asociados" cinco días por paternidad. "Son días para tu bebé, no
para ti", les recuerdan cada vez que salen de licencia. El 2010 dieron
100 licencias; el 2011 fueron 113; el año pasado, 127, y en lo que va de
este año, 45. Alvarado dice que el momento ideal para darles a conocer a
los varones, sobre todos sus derechos laborales, es durante los tres
días de inducción, cuando el trabajador se incorpora a la firma.
"Hay
que ir pasando de los favores laborales al derecho laboral", opina
Hernán Eduardo Pena, asesor del Viceministerio de Trabajo. Para el
especialista, es un buen momento para promover la Ley 29409 porque a
mediados de mes se implementará la Superintendencia Nacional de
Inspecciones, la que verá no solo el tema de fiscalización por faltas
laborales, sino que también tendrá un papel muy importante, sobre todo
para conocer estos derechos que son relativamente nuevos. "La inclusión
no es solo mejorar los planes sociales o tener más trabajadores, sino
que además los derechos se conozcan y se puedan ejecutar libremente".
También,
desde el lado de la publicidad, se pueden medir los cambios. Miguel
Amao, de la firma Kimberly-Clark, cuenta la experiencia de Huggies y su
apuesta por promocionar los pañales con "pruebas" para papás. Esto no
fue gratuito. La firma hizo estudios de mercado y el 81% de los hombres
encuestados dijo que querían participar en la crianza de sus hijos. En
las diversas ciudades del Perú, más de 5,000 padres pasaron el reto
Huggies cambiando pañales a sus hijos, recibieron premios. Para la
empresa esta apuesta por la paternidad ha significado un aumento de 10%
en sus ventas y continuar liderando su mercado.
Christian
Martínez Monge explica que "el interés por conocer el desempeño del
varón en la vida doméstica es relativamente nuevo". Tiene su origen en
la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, que se
realizó en El Cairo en 1994, sobre la necesidad de lanzar esfuerzos por
una paternidad responsable. También la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (Cepal) hoy realiza acciones del monitoreo sobre las
acciones paternas sin circunscribirla a la manutención económica. Para
Cepal, cita Martínez, hoy la paternidad latinoamericana vive un mejor
tiempo de las construcciones de las relaciones de padre e hijos.
Reproduciendo modelos
Pero
no nos sorprendamos sobre las inequidades entre padres y madres
existentes. Martínez recuerda que aún en países más desarrollados recién
el 40% de los padres se involucra en labores domésticas. ¿Pero dónde
está el origen?
Martínez dice que desde los
juegos de los niños se les enseña sobre el vínculo paterno y los modelos
de masculinidad. A las niñas les regalan muñecas; a los varones no les
permiten hacer labores de casa o son los que estudian en los mejores
colegios; tienen permiso para llegar a casa hasta más tarde. En casa, el
padre no realiza, usualmente, las mismas labores que la madre;
simplemente "ayuda", sin obligación de hacerlo. Tampoco las decisiones
de consumo son igualitarias. Si son padres separados, los varones
usualmente son los que ven los hijos los fines de semana. Y los padres
llaman "irresponsables" a los hijos cuando su enamorada queda
embarazada.
Además, claro, que en la sociedad
actual se dan diversos modelos de paternidad: los papás solteros, los
separados, los jóvenes, los abuelos que hacen de papás, los papás
homosexuales, los padres adoptivos, etcétera. A lo que se suman los
horarios poco flexibles para que las mayorías cumplan su rol afectivo en
casa.
Tiempo de cambios
Carla
Rojas-Bolívar, del Mimp, concuerda que "la igualdad de géneros se da
desde el hogar". Ahí, hombres y mujeres aprendemos responsabilidades
familiares compartidas. "Pero para hacerlo realidad y conciliar la vida
laboral y familiar, se necesitan normas, servicios, licencias, que
permitan ejercer este derecho a la responsabilidad social. Y la igualdad
de género no solo debe tener servicios a la mujer, sino también
involucrar por un tema sociocultural, al varón".
Según
experiencias que recibieron en la mesa "Intercambio de
experiencias...", el Mimp sabe que una licencia de cuatro días resulta
insuficiente; se sugiere una licencia preparto también, debido al número
de cesáreas que han aumentado en el país.
"La
licencia por paternidad aún hay que mejorarla. El tema de masculinidad y
paternidad es muy nuevo: las mujeres, en cambio, ya nos hemos
organizado", dice Rojas-Bolívar. Precisa que desde 2012 ya existe un
reporte con 83 instituciones públicas, las que otorgaron 1,048 licencias
de paternidad. El reto de este año es levantar cifras privadas, primero
lo harán con las firmas que ya tienen los lactarios de ley, y luego, lo
ampliarán con el apoyo de las inspecciones laborales. (José Vadillo
Vila)
IMPACTO DE PATERNIDAD RESPONSABLE
Cuando
los padres tienen una presencia de calidad en la vida de sus hijos,
estos tienden a desarrollarse mejor en su salud física y mental.
En la adolescencia, aquellos hijos que contaron con un padre involucrado, es más probable que tengan mejor salud mental.
Aquellos hombres involucrados en su paternidad presentan en promedio mejores indicadores de salud.
La presencia activa y corresponsable del padre suele ser positiva para la madre, que tiende a tener menos sobrecarga.
Hay estudios del impacto positivo que tiene la presencia de padres sociales, como padrastros y abuelos.
DATO
Según
la Encuesta Nacional de Hogares 2011, predominan en el Perú los hogares
nucleares (59.9%), seguido de los hogares extendidos (22.4%), los
compuestos (3.1%), los sin núcleo (4.3%) y unipersonales (10.4%).
Cifras
274 mil
287 de los 534,443 ingresos sobre materia familiar tuvieron como
principal motivo el tema de alimentos, registrados en las cortes y
juzgados del Poder Judicial en 2012.
6.7 millones de hogares (76 % urbanos y 24% rurales) existen en el Perú, señala el Censo de 2007.
25.8% de hogares es jefaturado por mujeres, ha aumentado en 2.9 puntos porcentuales de 2007 al 2012 (ENAHO 2012).
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