viernes, 14 de octubre de 2016

Cómo hacer que los niños exigentes coman y porqué no es culpa de los padres si no quieren comer


Usted no tiene la culpa si su hijo es un comensal exigente, de acuerdo con una nueva investigación que sugiere que los hábitos alimentarios son en gran parte una cuestión genética. "Encontramos por primera vez que ser exigente a la hora de ingerir los alimentos en la infancia esta influenciado sustancialmente por los genes. Por lo tanto, no es culpa de los padres si el niño es muy exigente", dice Andrea Smith quien dirigió la investigación conjunta en el Centro de Investigación de Salud de Comportamiento UCL.


Los padres a menudo son juzgados duramente si su hijo no quiere comer ciertos alimentos y la hora de la comida puede convertirse fácilmente en un campo de batalla. Pero la investigación reciente sugiere que las influencias genéticas predisponen a algunos niños más que a otros para no gustar, por ejemplo, del brócoli y otros platos controvertidos.

La investigación de UCL fue parte de un estudio de gemelos en el que se examinó los hábitos alimenticios de más de 2.400 pares de gemelos. "Un estudio de gemelos es un gran experimento natural en el que podemos mostrar cómo cada niño manifiesta cada rasgo:" dijo Ms Smith al programa Today deBBC Radio 4.

"Observando las diferencias entre los diferentes tipos de gemelos podemos desmenuzar los diferentes tipos de efectos genéticos, así como cuantificar la cantidad en que el medio ambiente podría influir en estos rasgos."  


Entonces, ¿están los padres libres de toda culpa? No completamente. Mientras que el estudio revela que algunos niños están más propensos a ser quisquillosos todavía es posible influir positivamente en sus hábitos alimenticios a través de la forma en que se preparan y presentan los alimentos. Sin embargo, un estudio de este tipo podría ayudar a que los padres se relajen un poco acerca de por qué su hijo se niega a comer lo que se les ha dado - algo que por sí mismo podría crear un ambiente más positivo en las comidas.

Consejos:

- Seguir presentando nuevas comidas a sus hijos.
- Permita que sus niños se sirvan ellos mismos.
- Dígale a su hijo que no tienen que comer si no quiere.
- Elimine la tensión a la hora de las comidas.
- No le dé atención al comportamiento negativo.
- Alabe incluso el más pequeño bocado de algo nuevo.


 "El ambiente en el hogar también juega un papel importante en la formación de estos comportamientos. Así que los padres no están exentos por completo", dice Smith. 
"Creo que una de las cosas que hacen los niños es usar los alimentos como una forma de ejercer control. Así que lo mejor es prestar la mínima o  ninguna atención a los malos hábitos alimenticios "
"Sabemos que hacer de las comidas una experiencia positiva y buena para el niño y no presionarlo para comer, son formas en que los padres pueden influir positivamente en su hijo con tendencias exigentes".

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